La Palma, Islas Canarias
El rostro universal, que nació desde las entrañas, en la profundidad con el mar, con un océano sin límites de fronteras.
La Palma, en la vida, en el transcurso de la humanidad, una más, de nuestro gloriosísimo máximo, archipiélago Canario.
La vida que se mezcla, con el rugido inconfundible, de ese grito inoportuno con la tranquilidad.
Hoy vivimos con la alerta de tu gran tempestad.
Cómo se ha movido el mundo, como surgen de la nada, nuevos espacios que conquistar. El amor que te tengo, mi cuna, que me arropa y que me deja dormido sin mantas, a la espera de tu calma, de un rojo incandescente que hiere y mata.
Y más allá, donde el pensamiento no muere lucha, para verse de nuevo, como la más Bonita, tú dominio con el mar.
La Palma, esa sangre de volcán, que no se rinde nunca.
Y que amanece cómo , con otro día, con tu capricho, de mantenerte limpia y bella
surcando el paraíso.
Treinta de septiembre 2021
Pepe Henríquez.
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