La chispa de la vida, la sociedad en las calles de la ciudad, motores que rugen con el placer de la movilidad, mi casa la tuya con el despertar profundo de la libertad.
Bombas que rompen los sueños de quiénes murieron antojo de poner el punto y final.
El arte con el capricho de sentirse cada vez más vivo.
Nada podrá imponer las ganas de mejorar, todos quieren volver a empezar.
Las calles limpias con la libertad.
Hoy que se cumplen diecinueve años del atentado de las Torres Gemelas, El World Trade Center.
No hay bombas ni guerras en el mundo, que apaguen la luz espiritual, la vida del hombre, en ésta tierra bendita, el legado de Dios.
Guerra a la vulgaridad
y que se imponga el bien contra el mal.