La piedra ancestral, el hito, de tu padre Bentayga. Roque Nublo, en lo alto del pedestal, de tu forma, después del volcán, pitón de lava sumergida, que llegaste a la altura, a la atalaya, dominador del mundo con Gran Canaria.
La bruma, mojando, tu formación divina, cimiento, voraz, ojo audaz, con los encuentros de tu isla, Tamarán.
El cielo abierto, limpio, de tanta grandeza
con tus noches de estrellas, meteoritos testigos de los siglos, con tu encuentro
El honor, de haber crecido, en tu manta
de musgo verde, la lana del Guanche canario, cobijo para siempre
Barrancos de batallas, dejando el alma, de todos los que te quisieron
Queda la fe, de tu encuentro
Bruma, entre la lluvia, con el viento
que mueve las lágrimas, de los pinos
con el cielo
Tus glorias, para quererte más, que nunca
Las huellas de siempre, que marcan, tu camino.
¡Tejeda, que te quiere!
Veintitrés de junio 2020
Vispera de San Juan