Esa manera de ser y estar con la continuidad de ser uno más en el mundo.
La madre de todas las victorias. El don del milagro que hace realidad la familia. El matrimonio que con el amor conviven y hacen de sus sueños los hijos que vendrán y cada parte de ellos con una nueva realidad. La pasión de la madre en cada caricia en los gestos con las sonrisas y verse cumplido, la unión con esa parte del amor que es entre madre e hijo, hija que nunca morirá pues siempre será como ese día que te dio la vida para recordar en tus brazos
Carmelina
Descanse en paz
Tu sobrino Pepe.
Y como una golondrina que busca el nido, año tras año te veras con mi encuentro con el revoloteo de mis alas para quererte más todavía. Mi vida con la recompensa de los hijos los que nunca se van y existen para siempre como las metas que se consiguen llenas de oro en el mejor del podium con todas las ilusiones en lo más alto de la cumbre.
Carmelina la madre, la vida y todo lo que quiere que sea, la familia.
