A la cuna que la noche se presta
Al abrigo con el calor de tus brazos se duerme la hija el hijo con los últimos rayos.
Tejeda con sus noches al candil de la luna llena. Los ojos de las estrellas que brillan y parpadean en un universo de colores. Las montañas sagradas con los roques, con el Teide en el horizonte, guardan de paz la vida y se hace grande conocerte Gran Canaria mi isla.