sábado, 19 de abril de 2025

MUERTE ANUNCIADA

 


La madrugada, de frío, de pena y de llanto.  El sueño que no caló en la mente de cualquier cristiano. En la agonía, los pasos de Cristo con el peso de la cruz,  en el dolor,  con  la corona de espinas, en el amor, la entrega de tu cuerpo crucificado, después de la vida, el viaje del milagro. Tú altar en la iglesia para el perdón de los pecados, la fe para el pueblo y para todo el mundo. La obra del bien como ejemplo y virtud para cada humano.

Hágase, tu voluntad.  Por Cristo, con Él y en Él por los siglos de los siglos.