El pastor, como término medieval que
surge después de la avalancha con el tiempo.
Los ojos puestos en la reacción con el movimiento, de la atmósfera, el clima, que por ser invierno, las borrascas que se muestran, con tantas ganas de ser libre.
El planeta en un puño, mi rebaño pastando
al refugio de quién te acecha.
Centinela, y el perro que ladra, con el peligro.
Sombras tan llenas de tormentos, ¡noches! con tu agua, de tormenta, que vives con el fuego, el frío de verte convertido, en blanco, ¡como el hielo! .
Ése monte de guarnición, los episodios tan tuyos como míos.
¡Pastor!
Con tu andar desnudo, tan libre de culpa, la vida la pongo, como muestra de tanto cariño y mérito.
Hoy que el mundo, huele a limpio y dejas correr, manantiales, con la roca en tu curso. El fin, de tu barranco, la orilla con el mar
La paz, de haberte acompañado
El rebaño y yó, pastor, de tantas desdichas.
Por un mundo mejor, que aprieta más que nunca, tenerte cerca.
La huella en el mundo para siempre
que tu andar, se repita.
Mi cabaña y tu luz, la vida.
¡Pastor!.
Ése rato de amor, contigo, Tierra.
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